Dormir forma parte de nuestros instintos más básicos y todo el mundo parece nacer sabiendo. Pero existe un detalle que todo bebé necesita, sí, ser enseñado: es el “huso horario” de la familia. Es injusto culparlo por no dormir a la hora “correcta” si él no fue informado de que las noches fueron hechas para dormir. El primer paso es adaptar al pequeño a la rutina de la casa. Pero recuerda: esta es una doble tarea. Es necesario también adaptar la rutina de la casa a la llegada de un bebé. Puedes apostar, ¡va a hacer bien para todos!
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En los primeros años de vida, para aprovechar el peak natural de melatonina y recoger ventajas cognitivas, el horario ideal para un niño dormir es entre 19:30 hrs y 20:30 hrs, entonces va desacelerando el ritmo cuando el sol comience a ponerse. Ajusta tus horarios de cenar, hacer ruido, mantener la televisión y luces prendidas. Al final del día, va calmando las travesuras y hasta el tono de voz. Prepara el ambiente para la llegada del sueño.
¿Y cuando el papá o la mamá llegan más tarde del trabajo? Esto ha sido el mayor desafío de las familias, principalmente en las grandes ciudades, donde los tacos atrasan la llegada a casa. Ningún cambio de hábito es simple ni sin esfuerzo, pero el sentido común siempre indica mejor solución.
Consejos Mamá y Bebé
En un mundo de consejos, suposiciones para superar la etapa del bebé que no duerme, nosotros no creemos en una fórmula mágica, pero desarrollamos productos con fragancia relajante y un masaje exclusivo para ayudar en el ritual del sueño. Aromas, gestos y una rutina de cariño estrechan el vínculo familiar y puede contribuir para una noche más tranquila.
Entonces, para ayudar en este proceso, desarrollamos los productos para el Momento Sueño, de la línea Mamá y Bebé. Más que hidratante, jabón líquido o colonia, la idea es inspirar a las familias a vivir con calidad el periodo que antecede a la hora de dormir, fortaleciendo el vínculo con el bebé. Para eso, fue desarrollada una guía de masajes que estimula contactos multidimensionales con el niño a partir del baño.
En este ritual, son fundamentales el toque suave, la conversación suave y el contacto visual. El adulto responsable por este momento debe siempre recordarse de comenzar, él mismo, a relajarse – respirando profundo, masajeando el propio pecho e intentando dejar la ansiedad de lado. En ese momento debe dar inicio al ritual con el bebé.
Notas de bergamota, romero y manzanilla forman parte de la fragancia de la línea, cuidadosamente desarrollada en nuestros laboratorios para traer una sensación de calma. La gerente de ciencias del bienestar de Natura, Carla Barrichello, llevó una investigación realizada con mamás y bebés antes y después de testear el ritual por 21 días. Según Carla, 50% de las participantes relataron mejora en la calidad del sueño del bebé. El tiempo para adormecer disminuyó, el sueño fue más tranquilo y hasta el despertar se volvió más fácil. Nada como una buena noche de sueño… ¿Qué tal intentarlo en tu casa?